Pornografía en Internet: un asunto de corresponsabilidad familiar y mediática

María Antonieta Rebeil Corella escribe en su texto Pornografía en Internet: un asunto de corresponsabilidad familiar y mediática:

Ante un fenómeno de crecientes proporciones como el de la industria de la pornografía, se ha pasado de la etapa en la que se pensaba que ésta era un simple pasatiempo, a planteamientos que la señalan como un bien de consumo que lacera la integridad de la persona humana. Los niños y jóvenes son los más vulnerables cuando entran en contacto con los contenidos pornográficos que les llegan a través de una diversidad de medios. La frecuencia a la exposición de los mensajes pornográficos se puede convertir en hábito y, en algunos casos, en adicción, y la web se ha perfilado como el soporte más incisivo de estos mensajes al penetrar en la intimidad del hogar.

La familia, la escuela y los medios de comunicación tienen el papel de convertirse en hábiles corresponsables para poner freno al avance en el consumo de pornografía por Internet y otros medios. Además, la construcción de la integridad de niños y jóvenes en valores y principios encaminados al respeto de sí mismos, de las demás personas y de su sexualidad, se convierten en tareas fundamentales por parte de las distintas instituciones sociales: la familia, la escuela, el aparato público de gobierno, las asociaciones de la sociedad civil, el sector privado. Todas éstas tienen tareas que realizar y formas de contribuir para limitar el avance de los mensajes pornográficos y su tránsito hacia la mente y la voluntad de las jóvenes generaciones.

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Más allá de los ámbitos científicos y de investigación, o de consultoría, o de prácticas profesionales en el campo de la comunicación, se llega un momento donde nos enfrentamos a la realidad de ser padres de familia, familiares, tutores o profesores y una de nuestras funciones es precisamente no detener un desarrollo profesional ni personal de los individuos que nos rodean, sino fomentarlo adecuadamente.

Sin embargo, el papel en la orientación y formación como personas y como estudiantes no termina en decir un "búsquenlo en internet".
Hay que saber guiar el conocimiento y el manejo de nuevas herramientas tecnológicas, mismas cuya complejidad pareciera que ha pasmado a muchas de nuestras generaciones y ha provocado la reacción de no querer enfrentar ni probar la nueva tecnología. No obstante, no podemos alejarnos de esa realidad y dejar solas a las nuevas generaciones. Es un momento para crecer juntos y saber guiar qué contenidos son apropiados y cuáles no.

Es importante lo que refiere la Dra Rebeil en su artículo, y se trata de una palabra muy simple pero al mismo tiempo desafiante: corresponsabilidad.

¿Qué debemos hacer los que tenemos el privilegio de habernos formado en la disciplina de la comunicación, ante retos como éstos? ¿Cómo desarrollar esa corresponsabilidad en beneficio de las actuales y de las nuevas generaciones que no pueden negar que tarde o temprano entrarán a la Gran Red?

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